• El proyecto estratégico In Real Life, de Arena Media, ha preguntado a los lectores de Cultura Inquieta cómo creen que les influyen las imágenes que consumen a diario en su forma de interpretar la realidad. 

• Las personas son impactadas diariamente por una media de 80.000 imágenes, pero sólo el 2,5% es consciente de ello. 

Como parte del proyecto estratégico IN REAL LIFE (IRL), Arena se ha unido a Cultura Inquieta para tomar el pulso de la calle y saber qué piensa la gente sobre la influencia que las imágenes tienen en ellos a la hora de interpretar la realidad y si es un contenido relevante para la sociedad. 

Se trata del primero de los seis bloques temáticos de IRL, “La era de la imagen y la vida light”, y a través de un cuestionario realizado en la web y el perfil de Instagram de Cultura Inquieta, se han obtenido las respuestas de una muestra de 6.280 personas que han compartido su sentir sobre cómo les afectan y modulan sus pensamientos y su día a día las imágenes que consumen en los medios. 

Las personas son impactadas a diario por una media de 80.000 imágenes, pero sólo el 2,5% de las personas es consciente de estar expuestas a ellas. De hecho, el 51,75% cree que tan sólo recibe entre 500 y 1.000 impactos al día. Ante tal ingente volumen, un 16% de la muestra declara que siempre presta atención a las imágenes que se le muestran. 

 Pero ¿cómo de influyentes son las imágenes? Un 60% de los encuestados reconoce que las fotografías que comparte pueden influir en otras personas y en la sociedad. Quienes creen firmemente en ello son en su mayoría las personas de entre 35 y 44 años, argumentando que partiendo de las imágenes que ven se crean sus ideas y pensamientos, que una fotografía puede cambiar el estado de ánimo de alguien en segundos, que la cultura en la que está inmersa la sociedad es eminentemente visual, que las imágenes suscitan emociones en quien las mira, pueden ser motivadoras, dar buenas o malas ideas, pero siempre impactan y comunican de una forma directa y rápida.

En contrapartida, la población entre 55 y 64 años considera que las imágenes que se les muestran no generan un impacto en la vida de las personas y en la sociedad. Este grupo razona que las personas no reparan en lo que ven o no tienen tiempo para contemplar las imágenes. También arguyen que cuando comparten imágenes no buscan provocar un cambio, no tienen influencia en las personas de su alrededor o que no hacen divulgación. Además, creen que ante el bombardeo de imágenes en el que se vive, el impacto que éstas pueden generar disminuye, siendo tan sólo una imagen más entre miles. 

En este contexto, sólo el 12% de los encuestados reconoce analizar siempre desde una mirada crítica los contenidos visuales que consume, mientras que el 46% dice hacerlo algunas veces. Para ello, las personas prestan atención a los siguientes aspectos de las imágenes: 

• Si representan estereotipos de género o son discriminatorias de algún modo. 

• Si la imagen está editada o está hecha por inteligencia artificial. 

• Si hay algún tipo de manipulación, contrastando con la realidad, estudiando la fuente y el contexto socioeconómico en el que se inscribe. 

• Si es coherente con el mensaje cuando la imagen ilustra una noticia. 

Por otro lado, cuando se pregunta a los ciudadanos de a pie qué debe tener una imagen para capturar su atención, éstos destacan elementos técnicos como el color, el escuadre, el contraste, las formas…; también la originalidad, que no sean imágenes demasiado impostadas y que sean novedosas; y la emoción y belleza que reflejan a través de las expresiones o lo que transmiten.  

Y cuando la imagen de un anuncio o de un medio de comunicación generalista atrae al espectador, ¿qué emociones le provoca? De las respuestas obtenidas, puntualizando que se obtienen en el momento tras la tragedia de las inundaciones por la dana en Valencia, se concluye que las emociones que más les generan las imágenes son alegría, enfado, solidaridad y tristeza, en ese orden. 

Por último, los encuestados han compartido los motivos por los que hacen fotos, concluyendo que lo hacen, en primer lugar, para capturar momentos felices; en segundo, para plasmar su rutina en imágenes, y, en tercer lugar, para denunciar realidades complejas, siendo las personas de más de 45 años las que aducen este último motivo. 

Para seguir el viaje de IN REAL LIFE y descubrir cómo afectan los medios a la configuración de la realidad de las personas, no te pierdas los contenidos que se publicarán en la sección de este proyecto en la web de nuestro media partner, Reason Why, sobre los próximos bloques temáticos y las convocatorias para próximos eventos: 

• El mundo como espectáculo  

• Realidad, simulacro y juego  

• De personas a perfiles  

• Abundancia, velocidad y «media confianza» 

• Sociedad: búsqueda y expectativas