diciembre 12, 2025

El 77% de las personas reconoce que lo novedoso deja de serlo demasiado pronto, según una encuesta del proyecto IN REAL LIFE realizada por Arena junto Cultura Inquieta

  • Arena Media, como parte de su proyecto In Real Life, ha preguntado a los lectores de Cultura Inquieta sobre cómo vivir en un mundo donde todo se muestra, todo es editable y las personas construyen su identidad según las reglas que marcan los medios, en búsqueda de la atención y la aprobación.
  • Un 67% de las personas considera que su mayor inquietud es sentir que lo que hace no tiene sentido, mientras que la preocupación de un 33% proviene del vacío de sentir que no tienen nada que hacer.

El proyecto IN REAL LIFE (IRL) de Arena Media junto al laboratorio de investigación cultural Célula Lab, se ha unido a Cultura Inquieta para tomar el pulso de la calle y saber qué piensa la ciudadanía sobre la influencia de internet y las redes sociales en su manera de configurar la realidad. En estos espacios, las personas dejan de ser solo personas para convertirse en perfiles, y cada uno elige qué mostrar, cómo representarse y desde qué perspectiva interpretar la realidad.

Esta iniciativa ahonda en seis bloques temáticos, de los que ya se ha profundizado en cinco de ellos: «La era de la imagen y la vida light» «El mundo como espectáculo» y «Realidad: ¿simulacro y juego?», «De personas a perfiles» y «Abundancia, velocidad y «media confianza»».  Este artículo recoge los resultados y conclusiones sobre el sexto y último bloque de contenidos,  «Sociedad, búsqueda y expectativas», que se desprenden del cuestionario que Cultura Inquieta ha lanzado a sus lectores a través de la web y de su perfil en Instagram, en el que se han obtenido  respuestas de 1.801 personas.

Este bloque de contenidos busca promover la conversación en torno a cómo vivir en un mundo donde todo puede mostrarse y editarse, donde las personas han aprendido a construir su identidad según las reglas de lo mediático: buscando atención, novedad y aprobación, dejando quizás a un lado la esencia humana. Así, los resultados de la encuesta que se desgranan a continuación, muestran la opinión de la sociedad que se debate entre la presión mediática por mantenerse al día y el cansancio que provoca un mundo demasiado acelerado en el que nada parece ser suficiente.

Estar a la última: la búsqueda de sentido

Un 61,7% de los encuestados afirman que no sienten presión por seguir el ritmo de las noticias que se publican o de las tendencias que saltan, mientras que un 38,3% reconoce que sí les abruma esa necesidad de estar al día con los temas del momento. Una presión que no surge únicamente del deseo de estar informado, sino que es un síntoma ocasionado por un ecosistema que mide el valor de las personas por lo actualizadas que están y lo rápido que se mueven.

Pese a estos datos, un 67% de las personas considera que su mayor inquietud es sentir que lo que hace no tiene sentido, y por contra, la preocupación del 33% está ocasionada por sentir que no tienen nada que hacer. Por lo tano, no es suficiente sentir la presión cultural de ser productivo, sino que también se exige a la gente que se sienta realizada. Esto se da en un contexto en el que los medios proyectan que todo lo que se comunica debe seguir un propósito pero también mostrarse en público para que exista, para que sea real. Es decir, si no se enseña, no está pasando. De este modo, la búsqueda de sentido se convierte en un factor determinante a la hora de seguir alimentando la presión y saturación a la que ya están expuestas las personas.

¿Cuánto tiempo es nuevo lo novedoso?

Con este punto de partida, esa búsqueda de sentido constante, convive con la exposición continua a estímulos, 24 horas, 7 días a la semana, un ambiente en el que el 77% de las personas reconoce que lo novedoso deja de serlo demasiado pronto. Esto se debe a que se vive en un ciclo de obsolescencia emocional donde ningún logro parece durar lo suficiente, lo que quizá explique por qué el 62% de los encuestados asegura que le cuesta sentirse plenamente satisfecho incluso cuando logra sus objetivos.  

Aún así, un 57% de ciudadanos indica que se permite aburrirse «a veces», mientras que un 17% declara no permitirse «nunca» aburrirse.

El deseo personal  vs las expectativas sociales

En la sociedad actual, se produce un choque entre lo que los individuos desean y lo que creen que la sociedad espera de ellos. Por ese motivo, más del mitad de la población (51%) reconoce que muchas de sus metas responden más a expectativas sociales que a los deseos propios. Sin embargo, la búsqueda de experiencias nuevas sigue siendo importante para el 45% de los encuestados, un signo de que se sigue intentando encontrarse a uno mismo a través de vivencias propias, aunque no siempre se tenga la certeza de que esas experiencias tengan su origen en lo que uno realmente quiere o sean consecuencia de la presión social a la que se está sometido.

Vivir para mostrarlo o para disfrutarlo

A pesar del entorno de alta sobreexposición actual, el 67% de las personas cree que la privacidad sigue siendo un valor relevante.

En relación con ese dato, el 70% de encuestados señala que al vivir algo importante piensa más en disfrutarlo que en capturarlo. Por el contrario, un 27% admite que cuando viven algo importante, piensan a partes iguales en disfrutarlo y en  mostrárselo a los demás. Y sólo el 3% reconoce que piensa antes en cómo se vera cuando lo comparta que en disfrutar del presente. 

Por último, ante la pregunta de si los medios pueden ayudar a hacer que no se pierda el valor humano, los encuestados enuncian 7 necesidades esenciales:

  1.  La verdad, entendida como autenticidad, claridad y honestidad.
  2. La profundidad, frente a la superficialidad del espectáculo.
  3. La empatía, para devolver a las personas al centro y que los medios amplíen su mirada más allá del clickbait.
  4. Reducir el ruido viral que se antepone en la agenda pública.
  5. La independencia y la transparencia frente a intereses económicos y políticos.
  6. La alfabetización mediática y tecnológica para generar un pensamiento crítico.
  7. Marcar límites para proteger la intimidad. 

En resumen, los resultados de esta encuesta, nos llevan a plantear los siguientes interrogantes sobre los que reflexionar: ¿estarán los medios dispuestos a renunciar a la mecánica que ellos mismos han impuesto? ¿Estamos dispuestos, como sociedad, a valorar aquello que sostiene un futuro más humano o seguiremos atrapados en la rueda de la inmediatez y la novedad? ¿Y cuándo nos cansaremos de este ritmo frenético o cuándo provocaremos una contracorriente lo suficientemente fuerte como para cambiar todo esto?  

Puedes leer el último contenido de este primer viaje de IN REAL LIFE  en la sección de este proyecto en la web de nuestro media partner, Reason Why, sobre el bloque temático «Sociedad: búsqueda y expectativas».

También puedes consultar en la web de Arena Media los resultados de las encuestas anteriores realizadas a los lectores de Cultura Inquieta sobre «La era de la imagen y la vida light»,  «El mundo como espectáculo» o «Realidad: ¿simulacro y juego?»,  «De personas a perfiles» y «Abundancia, velocidad y «media confianza»».